Cantaba el ruiseñor. 

Era una noche húmeda del mes de mayo. 

Le acompañaba el rumor ( leve, susurrado  casi imperceptible) de las últimas  aguas de primavera, escasas, que se deslizaban perezosas por el barranco camino al dique, como si no tuvieran prisa, como si no quisieran dejar de acariciar el bajo fondo de pizarra para marcharse, a ser posible, no más allá del chorro. 

Bajo la luz plateada de la luna llena que asomaba por el alto Alcornocoso, las escorias romanas,  aun templadas por el ardiente sol del mediodía, escondían, bajo sus aristas y oquedades, alacranes, que en esa noche cálida, dormían. 

La sombra del Cerrejon se difuminaba confundiendose con la arboleda perdida, antes repoblada, del último y advertido incendio. 

Los riscos junto a la  Pipa emergian, brillando como piedras preciosas nacaradas, húmedas por las suaves gotas de rocío. 

La fuente manaba, aún alegre,  con su blanca  cara  humedecida, ofreciendo  generosamente su líquido sagrado. Fuente que recoge las aguas escondidas que recorren las entrañas del cabezo, inundando albercas y  regando  huertos y naranjos. 

La despejada  noche andevaleña encandilaba el firmamento mostrando su séptimo  cielo cubierto de estrellas rutilantes, iluminando el camino de Extremadura, ruta de maquis y contrabando.... 

Cantaba el ruiseñor una húmeda noche del mes de mayo...... 


Barrio Modelo. 

Mayo 2023.

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